Dicen
que antiguamente la gente Aymara conversaba con las estrellas. De allí que
relatan que en tiempos pasados, en las cercanías del lago Titicaca, las chacras
empezaban a tener los primeros productos. Por las noches alguien arrancaba las
matas de las papas.
Pero
había un joven que cuidada las chacras. Por lo que una noche quiso sorprender
al ladrón de las chacras. Así en la noche aparecieron varias jóvenes campesinas.
El joven sonó la campana y ellas huyeron, pero una cayó y él la atrapó.
Dicen
que la gente Aymara podía conversar con las estrellas. Así fue que la joven se
convirtió en un ave. Y se fue volando hasta llegar a donde sus compañeras las
estrellas… El joven se quedó admirado y no supo explicar lo sucedido a los
demás. Pero al día siguiente el joven
fue en busca del cóndor para que lo llevara hasta las estrellas que habían
huido de la tierra.
Entonces
el cóndor la condujo donde la joven estrella.
Ella vivió con el joven alimentándolo con quinua. Pero un día el joven
quiso regresar a la tierra para ver a sus padres. La estrella le dio quinua al
muchacho para que lo lleve a su pueblo.
Desde
entonces se siembra quinua para que sirva de alimento al pueblo andino,
producto que hasta entonces era desconocido para la humanidad.
Fuente:
https://vimeo.com/91673021?outro=1
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