Organic Life Perú: El Árbol de Nim

Conocido también como el árbol de la vida – el oro verde – la farmacia del pueblo – curalotodo.

DESCRIPCIÓN BOTÁNICA DEL CULTIVO

El árbol de Neem (azadirachta indica A. Juss) es un árbol tropical siempre verde, emparentado con la caoba. Originario del este de la India y Burma, lo podemos encontrar en gran parte del sureste asiático y África. También se han realizado plantaciones en el Caribe y varios países centroamericanos y sudamericanos. En campo abierto si las temperaturas no bajan más de 00ºC. Pueden alcanzar alturas de 15 a 20 metros. Se pueden cultivar con precipitaciones fluviales bajas hasta 400 mm. por año y sobrevive temperaturas que pueden alcanzar 50° C. Se reporta que pueden llegar a vivir hasta 200 años.

Florece con pequeñas flores blancas que tienen un aroma dulce parecido al jazmín.

Su fruto es de forma ovoide y de 1.1 cm de largo. En general el árbol de Neem comienza a producir frutos entre los tres y cinco años de edad, un árbol desarrollado nos podrá dar hasta 50 kg. de frutos por año.

Siendo este un árbol tropical, deberá ser protegido de las heladas. En climas fríos puede ser cultivado en macetas dándole el mismo cuidado y tratamiento que el ficus.

El Neem es una planta ideal para interiores, puede desarrollarse con un mínimo de cuidados. Para su mejor desarrollo, se le deberá colocar cerca de una ventana soleada y sacarlo al sol durante el verano. Sin embargo, podrá sobrevivir en el interior, aún de que no reciba luz natural. Es conveniente sembrarlo en macetas grandes, para que su crecimiento sea proporcional a su sistema de raíces.

Ya sea cultivado en interiores o exteriores, los árboles de Neem deben tener un suelo bien drenado.

Se recomienda que los nutrientes que se le proporciones sean orgánicos, tales como una emulsión de pescado, harina de hueso o algas. Si las hojas del árbol de ponen amarillas, es indicación que se le ha proporcionado un exceso de fertilizante o agua. Aún de que los árboles de Neem son siempre verdes, en lugares de sequía prolongada o después de una helada pueden perder su follaje. El árbol de Neem revivirá rápidamente con un riego adecuado y el calor del sol.

Existen pocas plagas que pueden atacar al árbol de Neem y la mayoría de los problemas que podemos tener se relacionan con el exceso de agua. Podemos encontrar algunos ataques de hongos y otros insectos que podrán dañar las hojas de los árboles pequeños.

Los árboles de Neem que tengamos para uso personal deberán ser cultivados orgánicamente, recoger sus hojas frescas y guardarlas con cuidado para su uso. Las hojas también se pueden deshidratar y hacerlas polvo, como también elaborar con ellas extractos y tinturas en alcohol.

Los árboles de Neem que son podados para obtener sus hojas y pequeñas ramas, crecen poco y son más frondosas. Si la poda se realiza en primavera, el número de flores y frutos se reducirá, por lo tanto se recomienda que las podas se hagan después de la cosecha. Las hojas sobrantes se podrán deshidratar y guardar para su uso posterior en el invierno y primavera.

Semilla de Nim

Para la obtención del aceite los frutos deberán recogerse cuando cambian de color verde a amarillo, la pulpa se puede desechar o comer, también se puede hacer una jalea con ella agregando azúcar y agua hervida. La cáscara y su almendra que nos queda deberán ser lavadas para remover la pulpa sobrante y puesta a secar. Como siguiente paso quitaremos la cáscara quebrándola con un palote de amasar entre dos trapos limpios de algodón. Finalmente guardamos las almendras en un recipiente en el refrigerador y las cáscaras al jardín como abono.

Las almendras obtenidas se pueden someter a un proceso de extracción del aceite mediante una prensa hidráulica, o dejar macerar en aceite de ajonjolí por dos semanas y usar esta mezcla de aceite como loción.

EL NEEM EN AGRICULTURA Y JARDINERÍA ECOLÓGICA

Los extractos de Neem ha demostrado ser uno de los métodos naturales, no tóxicos, para el control de insectos en cultivos y viveros. Históricamente, el Neem se esparce por los sembradíos de arroz y caña de azúcar para mejorar las cosechas y reducir las plagas. La protección natural que el Neem nos brinda contra los hongos, bacterias y virus ha sorprendido a los científicos de todo el mundo.

El Neem también tiene la habilidad de proteger a la gente y los animales de los insectos. Repelentes para insectos fabricados a base de Neem son en la actualidad usados en muchos países.

El pesticida “suave” que se obtiene del Neem está mejorando las vidas y perspectivas de miles de agricultores, que les ayuda a proteger sus cultivos de más de 200 plagas diferentes. Incluyendo la langosta.

Los agricultores y jardineros usan el aceite de neem como un insecticida y fungicida ecológico para mantener alejadas plagas como los pulgones, la araña roja o la mosca blanca. El aceite de neem protege eficazmente los cultivos de infecciones de hongos, tales como la roya, el oídio y el mildiu. Esta protección no es solamente como preventivo, sino también como tratamiento curativo. De esta manera, cuando una planta se vea afectada por alguna de estas plagas, el método ideal sería tanto el uso de aceite de neem como tratamiento de contacto, basado en la fumigación de hojas, ramas y tronco; así como también el riego, que hará el efecto de tratamiento sistémico, siendo absorbido desde las raíces hacia todas las partes de la planta.

En el caso de plagas de insectos (p.e. pulgones) no debe esperar encontrar cadáveres, puesto que no mata por contacto, sino que elimina la población impidiendo que se alimente y reproduzca. Por lo tanto no afectará a los organismos no fitófagos, por lo cual no tiene efecto alguno sobre los polinizadores como abejas ni sobre los predadores naturales de las plagas que puedan haberse introducido como lucha biológica.

Otras ventajas que se derivan de la utilización del aceite de neem en agricultura ecológica es el efecto fertilizante foliar que tiene la fumigación con este producto. El neem fumigado, o disuelto directamente en el terreno, aporta nitrógeno y nutrientes a las plantas y árboles, y frecuentemente muestra un efecto sistémico por el que se difunden sus efectos desde el sistema radicular a todo el árbol.

Nota: 1 litro de aceite de neem sirve para preparar unas 17-18 mochilas de fumigación (de 15 litros cada una).

ACEITE DE NEEM Y BICARBONATO SÓDICO/POTÁSICO

Investigaciones llevadas a cabo en la década de los ochenta, demostraron la extraordinaria eficacia del bicarbonato en la lucha contra el mildiu, el oídio, la botritis, la alternaria, así como también contra la enfermedad denominada "mancha negra", que afecta habitualmente a los rosales.

Una de las razones de esta eficacia es que el bicarbonato reduce la acidez de la superficie de las hojas, impidiendo que el hongo se reproduzca, dado que estos hongos necesitan un entorno ácido para vivir.

Diversos estudios y experiencias realizadas en los Estados Unidos y Europa durante las dos décadas siguientes, confirmaron y ampliaron los resultados obtenidos por el Dr. Horst, indicando que, en la lucha concreta contra el mildiu, el bicarbonato potásico era algo más efectivo que el sódico. Pero que además, si el bicarbonato se añadía a una mezcla de surfactante (jabón líquido o mojante) más aceite hortícola (como el aceite de neem), dicha mezcla no sólo protegía, sino que eliminaba la enfermedad al cabo de dos o tres aplicaciones.

Experiencias han demostrado que hay que hay que aplicar una combinación, de mojante + aceite de neem + bicarbonato, que es muy efectiva contra el mildiu que es una enfermedad endémica, que ataca año tras año. Esta mezcla proporciona mejores resultados que sólo la aplicación de mojante + aceite de neem, especialmente si las plantas ya han sido atacadas por el hongo. Por lo que se aconseja su uso para todos aquellos que sufran de este tipo de enfermedades fúngicas en sus plantas.

Existen dos clases de bicarbonato que se pueden usar, y ambos son muy efectivos.

• Bicarbonato sódico. Es el que se ha usado toda la vida como antiácido estomacal. Se puede comprar a precios reducidos en cualquier hipermercado o droguería, además de en farmacias. Tiene el inconveniente de que a largo plazo puede dejar residuos indeseables en el terreno, en forma de sales, por lo que no conviene utilizarlo en el riego.

• Bicarbonato potásico. Es más difícil de conseguir, y su precio algo más elevado, pero es más beneficioso para la planta y su entorno, ya que a la acción fungicida, se le une la de fertilizante foliar del potasio; no deja residuos porque la planta lo absorbe como un nutriente más, lo que además la fortalece para resistir los ataques de los hongos. Es bien conocido que el fosfito potásico se emplea como fungicida, incluso sin combinarlo con otros productos.

Se puede emplear bicarbonato sódico para mejorar los resultados del aceite de neem, pero se puede probar también con bicarbonato potásico.

SOLUBILIDAD DEL ACEITE DE NEEM EN AGUAS DURAS

Algunos de usuarios indican que les resulta difícil diluir el aceite de neem en el agua, incluso empleando un buen emulsionante. El problema no es debido al aceite de neem, ni al mojante o jabón potásico empleados, sino a la dureza de las aguas utilizadas para hacer la mezcla. La disolución del aceite debe realizarse perfectamente usando agua fría, pero si el agua es muy dura (calcificada) se forman grumos e incluso es posible que la mezcla no llegue a realizarse. Esto no es nada habitual, pero suele darse el caso.

Lo ideal para estas situaciones extremas sería la utilización de agua de lluvia, que además es la mejor para regar las plantas. Las aguas duras son más dañinas para las plantas, por su alto contenido en sales de calcio y magnesio, que acaban acumulándose en el terreno.

Para facilitar la solubilidad del aceite de neem, se vende en el mercado un jabón potásico ya mezclado con una parte de un mojante especial para estos usos. De todas maneras, con aguas extremadamente duras, si éstas no se pueden sustituir por agua de lluvia o agua purificada (descalcificada), la mejor solución es aumentar la cantidad de jabón líquido (como mínimo, 5 ml de jabón líquido por litro de agua). O también, si sólo es para un pequeño jardín o macetas, podrían comprarse garrafas de agua destilada que venden en los hipermercados a precios reducidos.

APLICACIÓN:

- Se añade de 3 a 5 ml de emulsionante(*) por cada litro de agua, se mezcla bien y a continuación se añade de 3 a 5 ml de aceite puro de neem por cada litro de agua, se vuelve a mezclar y ya está listo para ser pulverizado. Es recomendable su uso dentro de las 24 horas siguientes para que no pierda sus propiedades.

(*) Cualquier jabón líquido comprado en el supermercado puede servir como emulsionante, aunque es preferible un jabón líquido ecológico. Se debe adquirir un jabón potásico líquido 100% ecológico. No sólo facilitará la solubilidad del aceite de neem, sino que favorecerá la eliminación de los insectos dañinos.

- Para aumentar la eficacia en el tratamiento de enfermedades fúngicas (mildiu, oídio, botritis, alternaria, mancha negra...), añadir, después de efectuada la mezcla anterior, entre 2 y 3 gr de bicarbonato sódico o potásico, por litro de agua, y volver a mezclar. Aunque no sean las mismas unidades, serviría el mismo vaso medidor. Por ejemplo, si a diez litros de agua se le añaden 50 ml de aceite de neem, en el mismo vaso se medirían unos 30 gr de bicarbonato. En caso de añadir 30 ml de aceite, se emplearían 20 gr de bicarbonato.

- Como prevención, efectuar una pulverización cada 15 ó 20 días, dependiendo de la humedad de la zona.

- Para controlar plagas ya presentes. Aplicar la pulverización cada 4 ó 5 días, hasta la completa eliminación de la plaga, y después volver a la periodicidad normal. En el caso de plantas muy afectadas, combinar la pulverización (tratamiento de contacto), con el riego del mismo producto (tratamiento sistémico). En caso de utilizar bicarbonato sódico, no se aconseja su riego, porque podrían acumularse sales en el terreno, a largo plazo.

Debe fumigarse preferiblemente a primera hora del día o al atardecer, cerca de la puesta del sol, puesto que la azadiractina pierde propiedades cuando es aplicada a pleno sol, incluso, si éste es intenso, podría quemar la superficie de las hojas, por el efecto "lupa" de las gotas de agua.

Protección Integral contra los mosquitos

En una serie de experimentos los científicos comprobaron la efectividad del Neem para mantener las casas sin mosquitos, aún con ventanas abiertas sin protección de mallas.

Cuando mezclamos el aceite de Neem con petróleo diáfano en una lámpara o quinqué, los mosquitos son repelidos del hogar con solo usar una concentración de 1 % de aceite de Neem. Cartones impregnados de aceite de Neem y colocados encima de un calentador trabajaran igual de bien, reducirá el número de mosquitos hasta un 83%.

Embodegado o almacenamiento de granos

El Neem ofrece a los agricultores pobres una alternativa para remplazar los costosos químicos, valiendo esto también para los otros agricultores. Una capa delgada de aceite de Neem protegerá los granos embodegados hasta por veinte meses de cualquier plaga, esto sin deteriorarlos o tener pérdida de sabor.

Mejoramiento del suelo: Torta de Neem: Después de extraer el aceite de las almendras, el material sobrante es llamado “Torta de Neem”. Este producto ha sido usado por siglos a través de la India como mejorador de suelo. La experiencia a enseñado a los agricultores que si se incorpora esta torta al suelo de cultivo, producirá mejores y más grandes plantas y a la vez menos problemas con plagas.

También se emplea el Nim para la salud humana, curando más de 40 enfermedades.